Tras tres semanas viviendo en Bocas del Toro llegó el momento de la despedida, me voy con sentimientos encontrados, por un lado triste, dejo atrás buenos amigos de distintos rincones del mundo que es difícil que vuelva a ver, ojalá podamos volver a encontrarnos en otra ocasión! Pero bueno, estoy contento, hemos pasado muy buenos días aquí, muchas risas, buen cachondeo, playas y excursiones inolvidables que me han cargado las pilas a tope, ahora ardo en deseos de empezar a viajar.
Por si alguno os animáis a venir a Bocas del Toro, aquí, un listado de las experiencias que más me han gustado fuera de los tours convencionales que se ofertan en cada esquina de la calle principal.
5) Bibis – El lugar perfecto para comer después de un día de playa, situado encima del mar, pegado a la playa de Carenero; qué mejor plan que disfrutar de un buen pescado y estirar la sobremesa en buena compañía.
4) Conciertos – Mucho arte en la isla, me encantan los conciertos, mi preferido los lunes en Mundo Tatoo; Isaac un almeriense con sangre gitana canta flamenco y canciones garrapateras en un local pequeñito dónde se pueden traer las pizzas del horno de leña de restaurare de enfrente, para seguir la noche entre palmas y cervezas mientras los amigos llegan y van uniéndose a la fiesta.
3) Selina Hostel – Puro chilling, un gran concepto, tirarte en sus sofás a esperar el happy hour frente al mar, viendo las lanchas pasar y escuchando buena música, la gente va y viene, se fuman cigarros y se beben cervezas, las horas pasan, el mundo gira, y sientes que no podrías estar en un lugar mejor.
2) Playa Bluff – La excursión en bicicleta bordeando el mar hasta llegar es una pasada, la playa salvaje y con poca gente, si llegáis hasta el final podréis disfrutar de una comilona en un chiringuito playero. Si queréis saber más, aquí os dejo un video de una de nuestras excursiones!!
1) Banbuda Lodge – Un lugar mágico dónde disfrutar de la puesta de sol, un reducto en la agreste isla de Solarte dónde sólo se puede llegar en lancha. Este hostel reúne a jóvenes mochileros en busca de paz y tranquilidad, disfrutar de las vistas mientras te das un baño en la piscina es una maravilla, con suerte, cuando cae el sol alguien saca la guitarra y se cantan canciones mientras se espera la cena.
Ahora el viaje continua, mochila al hombro ponemos rumbo a Costa Rica, os seguiré contando!